- Tanto tiempo, querida? - decía él-.
- Sal de aquí - le respondió ella-.
- Así que no me echabas de menos?
- HA DICHO QUE TE LARGUES DE AQUÍ! - le grité-.
- Y tú quién eres para darme órdenes, sabandija? - me miró enojado-.
- Deja a mi novia en paz! - le dije-.
- Ajajáaa... así que este chico es tu nuevo noviecito? - le preguntó a Pamela-. Veo que no te ha costado nada conseguirte uno nuevo.
- Vete de una vez... - dijo ella en voz baja-.
- Cómo te atreves a decir algo así?! - el tipo me sacaba de casillas, no sé cómo aún no lo golpeaba-. Fuera! Ya basta, deja a Pamela tranquila.
- Ay sí, el héroe viene en rescate de la princesita. Está bien, está bien... me iré. Ha sido un placer volver a verte, Pamela - dijo con una sonrisa burlesca-.
- Fuera...
La gente que estaba en el restaurante en ese momento miraba la escena impactada, pero volvieron nerviosamente a lo que estaban. Evité caer en la furia extrema, y lo conseguí. Ese ha sido un problema mío desde pequeño, me cuesta controlar mi enojo.
- Estás bien? - le pregunté a Pamela-.
- Ahora sí.
- Quién era ese tipo?
- El es Bastian.
- Yaa... y Bastian qué pinta aquí?
- Pasa que Bastian es mi ex-novio, y entró aquí de casualidad, y me vio...
- Él es tu... ex? Oh...
- Lo siento... el entró y luego...
- No, no te preocupes. Ya pasó. Esperemos que, por su bien, no vuelva - le dije-.
- No me gustaría que te pelearas con él...
- Por qué? Te estaba molestando, me está dando razones para pegarle.
- Solo... no lo hagas. Olvidemos este episodio, sí?
Pamela me estaba ocultando algo. Podía presentirlo, pero no sabía qué... Decidimos volver a ocuparnos en el trabajo, hasta que terminó el día. Cuando salimos, la fui a dejar a casa, ella aún tenía cara de bajoneada, y cuando nos despedimos, entró bastante triste a su casa.
Qué le habrá hecho o dicho ese tipo que tenía ahora a mi novia así...?
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