Cuando desperté al otro día, tenía la cara algo irritada, me miré al espejo y tenía los ojos rojos. Había llorado? Ni me acordaba. Mi madre llamó a mi puerta para ver si ya estaba despierto.
- Hola, mamá - le dije-.
- Buenos días hijo - me miró y me sonrió-.
Con mi madre vivimos solos. A mi padre nunca lo conocí, y no pretendo hacerlo tampoco. A ella la estimo mucho, ha podido salir adelante y darme una buena educación. Le estoy agradecido de todo lo que ha hecho por mí. Algunos chicos de mi curso lo único que querían era irse de casa. Yo mientras más tiempo pase en casa con mi madre, mejor. Tomé desayuno en la cocina junto a ella, un buen café y su buen pan con palta. Dios... que rica le quedaba la palta a mi madre. Me gusta cuando aprieto el pan y se chorrea por los lados. Okay, me fui de contexto. Desayunábamos tranquilamente, como todo fin de semana, cuando mi madre me comienza a hablar sobre algo que me llamó mucho la atención.
- Tenemos vecinos nuevos. Vienen del sur, no sé si era de Osorno o de Puerto Montt. Viven como a tres casas de aquí. Son un matrimonio, su hija y un anciano, creo que el abuelo.
- Su... hija? - pregunté, interesado en el tema-.
- Sí. Creo que tiene tu edad. Se llama... ay, como era su nombre... se llama... Pamela, sí, creo que su nombre es Pamela.
- Pamela... - pensé-. Oh... y... emm, ya has hablado con alguno de ellos?
- No, aún no. Pero con la Josefa le vamos a dar una pequeña bienvenida.
La "Josefa", en realidad, Josefina, incluía a la Carmela, la Graciela, la Rosalinda y la Dolores. Eran las amigas de mi madre, con las que comadreaba en la feria, en el almacén, en las mañanas al barrer afuera de la casa, y con las que se juntaba a tomar once(1) de vez en cuando.
- Ah, que bien - dije-.
- Les dejamos una cartita en el buzón, y la bienvenida va a ser aquí, hoy a la noche.
- Aquí... aquí?! Hoy a la noche?! - pregunté sorprendido-. Oh no... no estoy preparado - me dije-.
- Sí! Creo que la chica es bien bonita - me dijo mi madre, levantando las cejas-.
- Mamá! - le dije, creo que me sonrojé-. Bueno, estaba rico el desayuno, tengo que... tengo cosas que hacer.
- Bien. Yo andaré aquí entre la cocina y la sala. Tengo que limpiar bien aquí antes de que den la teleserie!
Mi madre ve cuatro teleseries al día. comienza a las 14.30, y termina a las 19.00. Es su único entretenimiento, además de tejer. A veces me siento culpable cuando salgo, de dejarla sola, pero ella me dice que no me preocupe, que está bien. Creo que le haré un regalo uno de estos días...
Me fui a mi cuarto, y encendí el computador. Conecté el internet y me conecté a messenger. Quería ver quien estaba conectado, pero no había nadie con quien quisiera hablar en ese momento. Estuve viendo mi facebook, y mi bandeja de entrada de correos, hasta que sentí que sonó mi celular. Era José.
- Hola! - me saludó-.
- Je,je. Hola, qué tal?
- Bien, bien. Tú?
- Nada, aquí, despertando hace poco, aburrido.
- Pero cómo es eso? En tu primer día y ya aburrido?
- Seeh.
- Viejo, tienes algún problema si voy a tu casa ahora?
- Pues... mi mamá está ordenando porque va a tener visitas.
- Ah... y tú no puedes salir?
- Seeh, si puedo.
- Oka! Juntémonos en una media hora en el Euro, te tinca?
- Dale.
Tenía media hora para estar allá. Me di una ducha rápida, me vestí, le dije a mamá que saldría a juntarme con José un rato, y al abrir la reja que da a la calle, la chica que vi ayer en el metro se detiene frente a mi casa, y quedé paralizado...
- Hola - me dijo, sonriendo-. Disculpa, aquí donde vives es esta dirección? - me mostró un papel-.
- S-sí - me sonrojé-. Aquí es...
- Ah! Mucho gusto! Soy Pamela, tu nueva vecina.
- Ho-hola, je,je... yo soy... yo soy... - no podía hablar de lo nervioso que estaba-.
1.- "Tomar once", en Chile, es como "ir a cenar".
1.- "Tomar once", en Chile, es como "ir a cenar".
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