El chico ese era alto, no era excesivamente musculoso, pero cuidaba su físico. Llevaba una playera blanca, sobre ella una camisa de mangas cortas y cuadritos, abierta, unos jeans normales y unas zapatillas blancas. Unas zapatillas que se acercaban a donde estaba yo. Para disimular, hice como si estuviera leyendo las portadas de los diarios. Cuando pasó por mi lado, sentí el aroma de un tipo que sabe de perfumes. Siguió su camino de largo, y yo me acerqué al restaurante en el que había entrado Pamela. Era un pequeño restaurante de esquina, pero era bastante acogedor. Debía tener sus tres pisos, pero seguía siendo chico. Desde fuera pude ver el mostrador, unas cuantas mesas, y a Pamela saliendo de un cuarto trasero. Se amarraba un delantal en la cintura, y agarró una bandeja. La chica con la que alucinaba era garzona! Cada vez que la veía me parecía más hermosa... pero pues... estaba con el chico que acababa de pasar a mi lado. Seguro él sería un mejor partido para ella. Estos pensamientos se me esfumaron estrepitosamente cuando Pamela me ve desde dentro del restaurante y me invita a entrar. Quedé helado.
- Ya po'! Pasa, pasa! Bienvenido a Vladimir's Food - me dijo-. Qué te trae por aquí? - me preguntó con una sonrisa-.
- Este... ah, emm... nada, yo... yo acompañaba a un amigo aquí en el Euro.
- Ah... y te dejó solo - me dijo-.
- Sí...
- Pasa! Siéntate, yo invito a una bebida - me dijo-.
- O-okay.
De fondo sonaba "Close to You", una música bastante relajada, ideal para el ambiente. Aún no era hora de almorzar, así que había poca gente.
- Toma, aquí tienes - me pasó un vaso de bebida-.
- Gracias. Así que aquí trabajas?
- Sí. Llevo casi un año, desde que salí de clases, que ocupo mi tiempo aquí. No es muy cansador y me alcanza para pagarme la universidad.
- Dios qué esforzada! Ah, y qué estudias?
- Gastronomía - me respondió-, y tú?
- Yo aún nada... acabo de salir ayer de cuarto medio.
- Oh! Ya veo, entonces te gano como por un año.
- S-sí, algo así - me reí y creo que me sonrojé-.
- Y qué quieres estudiar?
- Pues... estoy entre estudiar diseño gráfico publicitario, diseño de ambientes, diseño de vestuario, y pedagogía en historia.
- Eso último no tiene nada que ver con lo anterior - me dijo y se carcajeó, una hermosa carcajada-. Tengo un amigo que es diseñador gráfico! Si quieres te lo puedo presentar!
- El chico que estaba contigo hace un rato afuera? - me arrepentí el resto del día de haber preguntado eso-.
- Martín? Jajaja! No. Es otro amigo. Martín quiere ser profesor de educación física, no diseñador.
- Ah... ya veo... y el es tu...
- Novio? Claro que no - me dijo-. Es mi primo. Nos encontramos aquí afuera y charlamos un rato, nada más.
- Ah... - me sonrojé. Estaba demasiado nervioso-. Pensé que lo era...
- Tranquilo, no pasa nada. O bueno, no tan tranquilo... emm... Martín es gay.
- Qu-qué?! - la miré sorprendido, casi se me sale la bebida por la nariz-.
- Sí, pero no es de los que les gusta andar demostrando a todo el mundo cómo es. Es más discreto, además tiene novio.
- O-okay...
- Y tú no que estabas en el Euro? Me parece que me andabas espiando - me dijo con mirada sospechosa-.
- N-no! No! Para nada! - me puse más nervioso aún-. Es-estaba... solo estaba yendo de vuelta a casa y los vi.
- Ah... que bien - me miraba fijamente a los ojos-.
Esa mirada, esos ojos verdes hermosos, pero que no podía ver por más de tres segundos sin que mi repentina timidez hiciera que mirara hacia abajo.
- Pamela! Necesito ayuda aquí en la cocina, por favor! - gritó alguien desde dentro-.
- De acuerdo! Ya voy! - le respondió ella-. Lo siento, tengo que irme. Un gusto haber charlado contigo un rato!
Cuando salí del restaurante, me fui regañando a mí mismo, en lo único que pensaba era en que debía haber pagado yo esas bebidas...
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